Ejercicios isométricos: ¿qué son y para qué sirven?
Los ejercicios isométricos se han convertido en una opción popular para quienes buscan fortalecer su cuerpo de manera eficiente y segura. Pero, ¿qué son exactamente? ¿En qué se diferencian de otros tipos de ejercicios?
En este blog te explicamos a detalle qué son los ejercicios isométricos, para qué sirven y cómo puedes incorporarlos a tu rutina diaria, ¡sin necesidad de salir de casa!
¿Qué son los ejercicios isométricos y para qué sirven?
Los ejercicios isométricos son movimientos corporales que se realizan conservando una posición estática, generando únicamente una contracción muscular por un tiempo prolongado.
A diferencia de otros tipos de ejercicios como el levantamiento de pesas o el cardio, los ejercicios isométricos se caracterizan por enfocarse solo en el fortalecimiento y tonificación de los músculos, sin necesidad de mover las articulaciones.
¿Cuáles son los beneficios de los ejercicios isométricos?
Esta efectiva forma de hacer ejercicio de bajo impacto, ayuda principalmente a fortalecer los músculos profundos que no siempre se ejercitan con movimientos dinámicos, mejorar la resistencia y corregir la postura corporal. Además de mantener fuertes los huesos y aumentar la eficiencia cardiovascular.
Por su fácil realización y grandes beneficios, los ejercicios isométricos son especialmente útiles para aquellas personas con problemas articulares o que se encuentran en un proceso de recuperación de lesiones.
5 ejercicios isométricos para hacer en casa
Si después de conocer los beneficios de los ejercicios isométricos, deseas hacerlos parte de tu entrenamiento en casa, te sugerimos que mires la breve rutina que te compartimos a continuación. Te sugerimos realizarlos al menos tres veces por semana para obtener mejores resultados.
1. Plancha
1 minuto.
Apóyate en los antebrazos y las puntas de los pies, manteniendo el cuerpo en línea recta desde los hombros hasta los talones.
2. Sentadilla en la pared
1 minuto.
Apoya el cuerpo contra una pared, desliza tu espalda hacia abajo hasta que tus rodillas formen un ángulo de 90 grados, como si estuvieras sentado en una silla invisible.
3. Puente de glúteos
1 minuto.
Acuéstate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Levanta las caderas hasta formar una línea recta desde las rodillas hasta los hombros.
4. Bíceps contra la pared
1 minuto.
Colócate frente a una pared con los brazos doblados a 90 grados, presiona con fuerza las palmas contra la pared como si trataras de empujarla.
5. Elevación de pierna
1 minuto.
Acuéstate de lado, estira las piernas y eleva una de ellas hasta formar un ángulo de 45 grados. Mantén la postura durante 30 segundos o hasta que sientas la tensión en los músculos de la pierna y la cadera. Después, cambia de lado y repite el mismo movimiento con la pierna contraria.
¡Ahora que ya conoces más de los ejercicios isométricos, no dudes en ponerlos en práctica todos los días!
Sigue explorando en nuestra sección de tips saludables más opciones de rutinas de ejercicios para mantenerte en forma.
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